CARLOS GARRACHÓN ARIAS
AVAC 20/08/2018
Cuando lean esto ya estarán en otra onda.
Entonces se habrán olvidado de su particular campaña de siega, entre miedos y sudores, tormentas veraniegas, olas de calor, turbos de cosechadora en mal estado y partes de seguro sin resolver.
El resultado de la cosecha de este año en peso, no ha sido malo, eso se puede decir. Y, visto de esta manera, un previsible y abultado margen dinerario va a ocupar, por fin, el bolsillo de los productores, plagado de telarañas, ya descosido, desde la anterior campaña.
Pero no es suficiente.
La maltrecha economía, latente en el negocio agrícola, se deja ver cristalinamente, desde cualquier carretera, en forma de grandes superficies sembradas de girasol, antes retiradas de cultivo. El girasol habla. Está ahí porque ha sido una solución de última hora. Porque el instinto del profesional indicaba que, después de una cuestionable sementera en el otoño precedente y, a la vista de una primavera tormentosa, con poco dinero, se podía restañar la nueva cuenta.
¡No se engañe! Probablemente se recojan en secano, cantidades de girasol cercanas a las 2 Tm./Ha. Eso será posible, a pesar de las olas de calor estival. La oleaginosa explorará todo el perfil del suelo en profundidad y rebanará nutrientes a discreción. Cuéntese con reponer extracciones a costa de la nueva cuenta.
Adoptada la siembra directa y admitido que se puede mejorar con mucha tecnología aun pendiente de poner en practica uno se pregunta ¿Qué más se puede hacer para seguir ganando lo mismo?
En Europa tienen sus problemillas para coordinar a todos sus miembros, tan diferentes. Rotaciones, prohibición de quemas, aprovechamientos y limitaciones de nitratos, y lo que aún queda por venir. A pesar de los pesares, uno camina con la sensación de tener una sombra detrás. Que nos impone acciones necesarias, como condición para obtener la vital renta complementaria. ¿Ángel de la guarda que nos tutela silenciosamente?.
No obstante, la nueva cuenta se ha de cuadrar, y hoy es el día que el agricultor no se conforma. Ha obtenido mucho peso y necesita multiplicarlo por precio. De forma generalizada se retiene el producto en todas las formas y lugares posibles. No es malo que el agricultor quiera especular. Es legítimo, y parte de su trabajo que el productor intente mantener el control de su propio e incierto barco, de una vez.
Un sector atomizado no sirve para nada y termina manipulado por agentes externos. La pequeña nave desafiaría mejor el temporal siendo un gigante catamarán. Tomemos ejemplo de otros países. Tanto por medio de cooperativas, masivamente representadas de forma activa por sus socios, como por cualquier forma de presencia que signifique unidad coordinada. Es menester. Para organizar la nueva cuenta.
La nueva cuenta cierra el ciclo de onda completa. Tras la debacle del año pasado, y porque el azar ha querido, ha devenido, una campaña superior a la media. Créditos que pagar, reposiciones a los suelos. Quizás un ciclo de onda nuevo.
Por ponerme positivo y molestar a uno de mis amigos, daré por hecho que está bien lo que bien acaba, y que la fiesta no ha defraudado esta vez.
La onda continúa y se cierra en positivo, lo que los agricultores no consideramos en absoluto suficiente.
Julio Iglesias dixit: “ La vida sigue igual……
¡Y LO SABES..¡”