EL FRIO DE CHICAGO
CARLOS GARRACHÓN ARIAS 07/01/2018
Empieza el año y el hielo cubre las calles de Chicago a -30º. Mientras tanto, en Alaska luce el sol con 10º, y en Alicante se meten en el mar con sus 25º; esto ya es mas normal. Pero el tiempo esta raro ¿No creen?
Ya por aquí, en nuestra región, los cultivos, en la medida que han conseguido establecerse, crecen sedientos, ahora por sus raíces, en busca de agua, contenidos por el frio exterior, de tal forma que son ya mayores en el interior del suelo, de lo que apreciamos a ver por fuera.
En cosa de tres meses el saldrán de su letargo, y lo harán con hambre y sed; ¿Qué les voy a contar?
Aviones y sus estelas de dudoso contenido, cubren a diario los cielos por doquier y en todo momento, ¡¿Para evitar que llueva en España?!. Si así fuera, habríamos encontrado ya el motivo de esta injusta sequía. La resolución de problemas, casi siempre, entraña la búsqueda de culpables para endosárselos; ¿Cómo es posible situar y mantener ese anticiclón inamovible en medio de nuestra geografía durante tanto tiempo, desviando las borrascas hacia el centro y norte de Europa?.
El año empieza, hay que mirar hacia delante, y eso solo lo sabe hacer, como nadie, la gente joven. A ellos les propongo que en su futuro contemplen tres inquietudes al menos: Agricultura ecológica, agricultura de precisión y cultivos transgénicos.
Como ya hemos dicho, “hace frio en Chicago”. La ciudad con cierto peso en la cotización de los precios y los futuros de los productos agrícolas a nivel mundial, Está fría esa ciudad y lo va a estar por algún tiempo. No somos competitivos con otros países y nuestros costes de producción son mayores, por lo que tendríamos que sobrevivir buscando valor añadido a nuestros productos y reduciendo el valor de nuestras inversiones.
Cada día se nos ofrecen productos fertilizantes mas acabados, prodigios de la tecnología y de la preceptiva economía circular, cuya aplicación en los cultivos extensivos está necesitada de una optimización urgente, debido a su alto precio de fabricación. Además cada año hay mas presión por parte de la empresas productoras de semillas para resarcirse del esfuerzo realizado por obtener las semillas que demanda la industria y requiere el agricultor. Por otra parte el vademécum de productos fitosanitarios autorizados se reduce y , los que quedan obliga a encarecer cada vez mas las soluciones de siempre, por este medio.
Intervención correcta, en el momento adecuado y en el lugar preciso, eso es agricultura de precisión. En los tiempos actuales resulta una temeridad cultivar como siempre, por igual, sembrando y abonando bajo la misma consideración terrenos fuertes y bancales de arena, variabilidad muy frecuente a nivel de parcela en nuestro territorio. Lo mismo podríamos decir de los tratamientos fitosanitarios en superficies puntuales que no los necesitan. Por ende, aplicar la misma dosis de fertilizante o semilla, tanto en arcillas como en los arenales, no es aplicarlos; es tirarlos. La agricultura de hoy no es un lujo. Lo sería si haciendo lo de siempre aún ganáramos algo de dinero.
La nueva legislación en materia de agricultura ecológica es mas laxa en cuanto a requisitos y exigencias, lo que deja prever junto a un palpable apoyo mediático y una demanda creciente de productos ecológicos para consumo diario, un sensible incremento de esta a corto plazo.
Esta previsible oferta al mercado de productos ecológicos de calidad se verá conducida hacia establecimientos, cada vez mejor atendidos y ubicados en zonas céntricas de las grandes ciudades con un poder adquisitivo suficiente para garantizar su consumo regular.
Los consumidores de ecológico buscan un producto inmaculado que puedan ingerir al completo (Integral) aprovechando todos sus principios y la fibra que contienen. Por esto están dispuestos a pagar un sobre-precio, y esto compensa al productor.
La fibra de estos alimentos contenida en superficie y libre de todo resto de productos sintéticos de cualquier tipo, fungicidas, insecticidas sistémicos o de contacto (no puede haber resto de nada que no haya existido previamente) es muy oportuna en la prescripción de las dietas actuales.
La gran industria, por otro lado, demanda grandes cantidades de producto con unas características determinadas que faciliten sus procesos productivos y mejoren la calidad de su producto final.
Agricultura extensiva y ecológica, pueden y deben convivir, puesto que sus diferentes destinatarios están bien definidos. Ambos persiguen fines parecidos aunque por diferentes medios. La tradición familiar y la adhesión a las nuevas tecnologías, ¿Como separarlas de una implícita tendencia a la extensificación?
Pese a la pujante agricultura ecológica, difícil arte, necesitado de sangre nueva , y cuyo resultado práctico es el incremento de la demanda sus productos con un sensible valor añadido, resulta deseable valorar la inversión en investigación de los productos agrícolas con modificaciones genéticas y su autorización.
La modificación genética de las plantas puede hacer que estas sobrevivan a nuestras condiciones climáticas así como producir alimentos mas completos y rentables, evitando su posible desaparición por falta de rendimiento. De la misma manera puede hacer posible que cultivos alternativos, inviables hasta la fecha en nuestro territorio, puedan ser una alternativa posible sin recurrir a la importación.
No sabemos gran cosa sobre la modificación genética, pero lo cierto es que todos consumimos OGMs a diario. Los cultivos modificados producen actualmente y en otros países gran cantidad de alimentos, medicamentos y substancias de uso indispensable. Se están importando y consumiendo en España por toda la población, son productos transgénicos, producidos en exclusiva en otros países, en donde ya se permite esta técnica; producir no, pero comprar y consumirlos es posible.
Trigo sin gluten, arroz con pro-vitamina A o insulina asequible. Cualquier cosa se podría hacer con esta técnica, cuya utilidad es casi ilimitada y podría ser argumentada en pro del recurrente bien común, aunque como se ha dicho, para bien o para mal, su utilidad es casi ilimitada.
En España hay autorizadas ya, variedades de productos transgénicos, y se cuentan con los dedos de una mano.
Hace frio en Chicago, va para largo y algo hay que hacer. Caminar avanzar emprender.